Arquetipos del ciberespacio

Carl Jung, en armonía con su naturaleza por inclinarse hacia lo transpersonal, se adentró en el estudio de las profundidades que puede llegar a tener aquello que denominamos "inconsciente". Contrario a los demás teóricos de la personalidad, Jung hace la distinción entre un inconsciente personal y uno de carácter colectivo.

El inconsciente personal constituye una capa superficial del inconsciente en los seres humanos y se deriva de la experiencia del individuo. Por lo tanto, en algún momento el contenido de este inconsciente personal ha sido conciente. Por el contrario, el inconsciente colectivo, no se deriva de la experiencia personal y su contenido nunca ha sido consciente. Nace con nosotros, no de nosotros. Es universal, como asegura Jung : "it has contents and modes of behavior that are more or less the same everywhere and in all individuals" (Jung, 1954).

La importancia de esta estructura psíquica se puede percibir mediante las siguientes expresiones:

"It is an inner correspondence to the world as a whole."

"The collective unconscious as suprapersonal matrix, as the unlimited sum of fundamental psychic conditions accumulated over millions of years, is a realm of immeasurable breadth and depth. . ." (Jung, 1954).

La existencia psíquica se puede reconocer sólo mediante la presencia de contenidos que sean capaces de hacerse conscientes; sólo podemos hablar de un inconsciente si somos capaces de demostrar sus contenidos. El contenido del inconsciente colectivo son los arquetipos. Los arquetipos son patrones de percepción psíquica y entendimiento comunes a todos los seres humanos. Jung los define como : "archaic or primordial types, universal images that have existed since the remotest times . . ." (Jung, 1954).

Los arquetipos son posibilidades heredadas de representación pero no son imágenes heredadas. Tienen un lado positivo o luminoso y uno negativo u obscuro. Los arquetipos indican la existencia de formas definitivas en la psique que aparentan estar presente siempre y en todas partes. Tienen la facultad de trascender el tiempo y el espacio, como lo ha establecido Andrew Samuels al expresar que los arquetipos : "are beyond time and space" (Samuels, 1990).

Expresiones de arquetipos se pueden apreciar en las historias y tradiciones de las tribus primitivas, en los mitos y los cuentos de hadas. Jung no es el único que ha hecho referencia al concepto, sino que se ha manifestado en diferentes épocas y disciplinas. La investigación mitológica los ha llamado "motifs", en la psicología de lo ancestral corresponden a lo que Lévy-Bruhl llamó "représentations collectives", en el campo de la religión comparada han sido definidos como "categories of the imagination" y Adolf Bastian los llamó "elementary or primordial thoughts" (Jung, 1954).

Es importante señalar que el arquetipo no es lo que se percibe sino sus efectos. Los arquetipos son comunes a la humanidad, pero sus manifestaciones son influenciadas por la historia y la cultura, ya que el arquetipo es como un molde psíquico en el cual las experiencias individuales se vierten y toman forma. El arquetipo, al manifestarse, se ve contaminado por la actividad conciente: "The archetype is essentially an unconscious content that is altered by becoming conscious and by being perceived, and it takes it’s color from the individual consciousness in which it happens to appear." (Jung, 1954)

Existen tantos arquetipos como tipos de personas, eventos o situaciones de la vida. Por lo tanto, es imposible describir o mencionarlos todos. No obstante, se puede establecer que existen lo que podríamos llamar arquetipos antropomórficos, como lo son el ánima y el animus, arquetipos relacionados al ciclo de vida, como es el puer aeternus, y también existen lo que se consideran roles arquetipales como lo son el héroe y el trickster.

Teniendo esta información como trasfondo nos parece que la atracción y el poder del ciberespacio tiene que ver con los arquetipos que se manifiestan en el mismo. Son esos arquetipos los que explican la fascinación por la Internet y sus tecnologías. Hace unos diez años llegó a mis manos Internet Dreams de Mark Stefik, un libro que hoy puedo decir que se adelantó a su tiempo. En el mismo Stefik señala que las metáforas más apropiadas para entender la Internet son las fuerzas arquetipales que mueven el mismo. Específicamente, discute cuatro arquetipos principales en su libro:

1. “The keeper of knowledge”

2. “The communicator”

3. “The trader”

4. “The adventurer”

Hoy es necesario añadir otro arquetipo que podríamos llamar “the sharer” que es en cierta manera producto del desarrollo de la cultura 2.0.

Dolores Brien hizo una reseña de este libro en donde concluye con una idea muy interesante:

One last word-if the Internet acknowledges a god, that god has to be Hermes: mediator, communicator, messenger, trickster, patron of merchants, always on the move. His attributes seem as inexhaustible as does the Internet, of which he seems to be the soul.

Y a pesar de que el ciberespacio por su naturaleza debe ser politeísta, entiendo que Hermes tiene un rol crítico en el mismo.

Acercarse a la Internet desde el punto de vista de la psicología arquetipal nos ayuda a comprender su numinosidad y su poder de atracción. Nos ayuda también a reflexionar sobre las implicaciones interpersonales, intrapersonales y transpersonales de nuestra participación en el ciberespacio. Nos parece un enfoque muy relevante que amerita mayor atención de los interesados en comprender el potencial transformador de la Internet y sus tecnologías.