Más allá del “juego de la culpa”: La carta que provocó la probatoria de la UPR

En un artículo anterior hablaba de la necesidad de trascender el “juego de la culpa” en relación a la crisis de la UPR y atendiéramos con especial prioridad el asunto del status de probatoria y sus consecuencias. También, mencioné que me parecía que había una “mano siniestra”  interesada en demostrar que la huelga conllevó consecuencias terribles para la Universidad. No había tenido la oportunidad de leer el informe voluntario sometido por la administración de la UPR que llevó a la Middle States a poner en probatoria a nuestra institución. Este informe está lleno de generalidades, medias verdades, información errónea y omisiones importantes, pero más aún parecería que tiene como objetivo principal no defender la acreditación de la UPR sino proveerle la justificación a Middle States  para que optaran por la probatoria. Todos debemos leer este informe voluntario para poder entender hasta donde puede llegar esta administración inescrupulosa en su afán por callar la disidencia e imponer sus designios. Algunos puntos de este informe ameritan destacarse:

1. El interés de la administración era prevalecer sin que le importaran  las consecuencias de sus acciones. Por eso es que podían ser capaces de mantener la UPR cerrada indefinidamente.

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2. Señalan que la huelga estaba planificada desde octubre de 2009 (sin presentar ningún tipo de evidencia)  haciéndose eco de la teoría que la huelga formaba parte de un intento de grupos socialistas para desestabilizar

al Gobierno.

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3. El informe critica a la prensa por estar parcializada a favor de los estudiantes y  utilizan esto como excusa para publicar anuncios en los medios:

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Para un excelente análisis realizado por Carmen Cotto (Ex-Sí­ndica Claustral y Catedrática UPR Humacao) del informe voluntario debe acceder este documento.  En este análisis se destacan las inconsistencias del informe, la información errónea que contiene y el proceso que se utilizó para generar el mismo en donde parece ser que fue redactado por una sola persona, la Dra. Ibis Aponte, la Vicepresidenta de Asuntos Académicos.

Sigue quedando meridianamente claro que nuestra  Universidad esta bajo el control de unos gerentes de pacotilla que están dispuestos a hacer cualquier cosa por complacer a sus jefes políticos. Pero eso  no se incluye en el informe, como tampoco la intervención nefasta del Gobierno de turno en los asuntos de la Universidad.

Tristes y terribles los tiempos que vive nuestra Universidad y nuestro país asediado por perversos/as que lo menos que quieren es el bienestar óptimo de la institución. Y lo más preocupante es que lo peor todavía no ha pasado…