Para viajar basta con existir

Felipe Zayas me lleva a un fragmento del Libro del desahogo de Pessoa muy relevante para estos días:

¿Viajar? Para viajar basta con existir. Voy de día en día, como de estación a estación, en el tren de mi cuerpo, o de mi destino, asomado a las calles y a las plazas, a los gestos y a los rostros, siempre iguales y siempre diferentes, como, al final, lo son todos los paisajes. Si imagino, viajo. ¿Qué más hago si viajo? Sólo la debilidad extrema de la imaginación justifica que que haya que desplazarse para sentir. […] La vida es lo que hacemos de ella. Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.