Gabriela Monzón reflexiona sobre la docencia y los retos a los que se enfrentan los nuevos maestros:
¿Qué hacen quiénes caen en la docencia porque no hay otra opción, porque es lo que está a mano, porque es lo único que se puede estudiar en una realidad acotada y empobrecida? ¿Cómo sobreviven quiénes llevan a cuestas pobres saberes que la escuela no ha desarrollado lo suficiente, competencias insuficientes y limitadas, escaso deseo de dedicarse a esta labor, nula vocación, a lo que se suma un medio hostil, burocrático, tradicionalista, estereotipado y lleno de tradiciones vacías?
Y es que ser maestro requiere vocación, compromiso y pasión por aprender. No se puede decidir ser maestro porque no hay otra opción. Hay que serlo de corazón adentro y con el entusiasmo de que es nuestra misión en la vida.
Este artículo debe ser lectura recomendada en todos los programas de preparación de maestros. Pone el dedo en la llaga.
1 comentario
Gracias Mario por compartir tan interesante artículo.
El ser maestro es una de las tareas más difíciles, aunque muchos no lo quieran aceptar, y por ello se necesita de aptitudes y actitudes, muy particulares en cada uno, pero relacionados con la vocación de ayudar al prójimo.
Saludos.