Morirán en paz, se extinguirán dulcemente, pensando en ti. Y en el más allá solo encontrarán la muerte… Pero nosotros los mantendremos en la ignorancia sobre este punto, los arrullaremos prometiéndoles, para su felicidad, una recompensa eterna en el cielo.
2 comentarios
Que sorpresa, ¿no? ¿Quién lo hubiese imaginado?
No fue una confesión… fue una RATIFICACION… sólo para despejar las dudas!