Antes de amarte, amor, nada era mío

Seguimos con Neruda en la psique y por coincidencia llegamos al Soneto XXV y  la maravillosa versión musicalizada  de este poema realizada por Pedro Guerra:

 

SONETO XXV
Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.
Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.
Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,
todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.

(Vía El mundo en verso)