Regresan los cinco minutos de reflexión

Comienzan los fabulosos cambios “revolucionarios” en nuestro sistema educativo con el regreso de los cinco minutos de reflexión al iniciar el día. El anuncio lo hizo un líder religioso antes que el Gobernador confirmara esta intención. Se argumenta que estos cinco minutos se usarán para fomentar el desarrollo de valores universales como respeto, amor, justicia, entre otros. Pero en realidad lo que necesitamos es un currículo en el cual se integre  la reflexión y el pensamiento crítico. Es decir lo que hace falta es una escuela que entienda que la reflexión es un elemento fundamental de toda actividad educativa.

Ya sabemos lo que ocurrirá con esos cinco minutos. En algunas escuelas se harán oraciones, en otras habrá sermones y en la mayor parte de las escuelas esos cinco minutos se usarán para “evangelizar” a nuestros estudiantes. Y todo esto nada tendrá  que ver con la reflexión profunda que va más allá de los moralismos, los fundamentalismos de todo tipo y la religiosidad pequeña.

Mi sugerencia es que el primer día de clase se reflexione por más de cinco minutos sobre el valor de los “cinco minutos de reflexión”, recordando el sabio pensamiento de que un síntoma de locura es hacer lo mismo una y otra vez esperando resultados diferentes.

5 comentarios

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  1. Mario:

    Ya lanzaré una descarga sobre esto. La Santa Vulgar Inquisición Ramera está deseosa de fornicar con el gobierno.

    ¿Reflexión? Miengue es.

  2. Todo depende de como se mire.
    Para entender mi reflexión es previo saber que doy clase en una escuela católica.

    En nuestro caso los 10 minutos que tenemos al comienzo del día son vitales. Están siempre dirigidos por el tutor, con unos materiales de apoyo pero de uso absolutamente voluntario. La inmensa mayoría de los educadores somos seglares (sólo hay un religioso que es a la vez profesor-tutor de grupo).
    Hay días que hay una oración (los menos).
    Otros muchos leemos un cuento «con mensaje». Cuentos y mensajes de todo tipo.
    Otros aprovechamos que es «el día de» la lucha contra el Sida, la no violencia, la mujer…
    Orientamos una semana de solidaridad o de la convivencia o del libro o de la constitución…
    Alguno aprovechamos para hacer un poco de autoconocimiento: un diario personal, un poco de música suave para relajarnos…

    Y muchos, casi la mayoría, hacemos tutoria grupal: comentamos cosas de la clase, del funcionamiento del grupo, aprovechamos para repertir circulares y comentarlas, para que los alumnos/as organizen alguna de sus actividades.

    La realidad es que sí quepuede servir para educar en valores. De hecho sirve.

    No es algo obligatorio en el sistema español, pero en mi opinión como tutor de un grupo de alumnos preuniversitarios es absolutamente útil. Mie esuela católica si que los mantiene de forma obligatoria y con el contenido que os he contado.
    Edwin Vázquez: No creo que sea bueno criticar (insultar) a una institución (al todo) por lo que hagan o impongan algunos.
    Irreemplazable.

    Probablemente de lo que hablas, Mario, es de otra cosa.

    • Carlos Andújar el martes 6 de enero de 2009 a las 8:04 pm

    Creo que los 5 minutos deben servir para realmente reflexionar y desarrollar una consciencia crítica, humana y analítica. Si lo que se pretende es indoctrinar, creo que es un problema y no cumple cabalmente con lo que debe ser una verdadera reflexión que libere el espíritu y el pensamiento.

  3. Javier:

    En Puerto Rico ya hemos pasado por este ejercicio fútil. Cinco minutos de reflexión no sustituyen una vida de enseñanza de los padres, maestros etc. con el ejemplo.

    Yo tuve que tomar talleres de ética como profesor universitario. Al final no era más o menos moral/ético; era simplemente yo.

    La realidad es que los cinco minutos fueron usados por algunos maestros religiosos para predicarles a los estudiantes sus creencias particulares sobre la Biblia.

    En nuestro país existe la separación de Iglesia y Estado. Esa separación la defenderé en todos los foros.

    De eso es de lo que hablo.

  4. Ciertamente son los padres los encargados de esa parte de educación. No cabe duda, no son 8somos) reemplazables.
    Por otra parte yo defiendo esos 10 minutos porque en mi práctica docente de 17 años se han mostrado útiles en el día a día ( y estoy hablando de alumnos menores de 18 años ). Te pongo un ejemplo: hay años que he sido tutor de un grupo donde impartía una materia de dos horas lectivas semanales. Si no hubiera tenido esos diez minutos diarios habría muchos días en que ni siquiera habrá saludado a mi clase-grupo.
    Su utilidad desde el pundo de vista de un tutor de primaria / secundaria me parece muy grande.

    Otra cosa es adoctrinar con ideas concretas de una ideología religiosa o política concreta a alumnos que no la comparten. Eso lógicamente no es aceptable.

    En todo caso, coindido contigo, Edwin, en que siempre acabamos siendo nosotros mismos, con nuestras ideas buenas, malas o equivocadas: demos clase de matemáticas o de litertatura. Pero eso noe s necesariamente malo. Yo no creo que podamos ser imparciales si somos personas íntegras. Podemos y debemos evitar el intentar convencer (adoctrinar) a nuestros alumnos. Pero creo que nos resulta imposible separar nuestras más profundas convicciones de nuestra vida diaria, si lo hacemos lo que resulta es que somos unos incoherentes.
    Los adolescentes y en general las personas se educan, forman sus personalidad, por el contraste con sus padres, educadores u otras personas con las que tropezamos. Por eso si los adultos que encuentran en su camino son de ideas firmes (no autoritarios, pero sí coherentes) ellos/as podrán decidir si esas ideas son adecuadas para sí mismos o no. Si los adultos somos «tibios», no ofrecemos ningún modelo a aceptar-rechazar.
    Un saludo.

  1. […] una enmienda a la constitución para permitir la oración en las escuelas, que es el equivalente a los cinco minutos de reflexión que propone Fortuño. De hecho, una vez el Senado derrotó la propuesta de Reagan, el […]

  2. […] con el supuesto empobrecimiento del lenguaje, sobre el que se muestra escéptico Iván Lasso; los 5 minutos de reflexión que quieren recuperar en algunas escuelas, iniciativa critica en VIDA DIGITALl; las  10 cosas que […]

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