El discurso de la mujer como “tesoro” de los hombres

“La mujer es un tesoro, … hay que cuidarla, respetarla, amarla, son hermosas, no hay razón para ser violentos con ella, son tremendo tesoro para nosotros.” Expresiones de estudiante que participó en marcha contra la violencia hacia la mujer.

tesoro_logo Es realmente triste que en actividades que pretenden llevar el mensaje de no más violencia contra la mujer se ofrezcan mensajes por los asistentes que sin querer terminan apoyando valores machistas. Muchos hombres terminan siendo agresivos contras las mujeres porque consideran que son su “tesoro” y por lo tanto les pertenecen.

Ni tampoco hay que “cuidarlas” porque ellas tienen el poder y la fuerza necesaria para enfrentarse a la vida sin tener que depender de los hombres. Parece que el discursito de “la promesa de hombre de Fortuño” ya empezó a tener sus efectos en nuestra juventud.

4 comentarios

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    • Rima Brusi el jueves 26 de noviembre de 2009 a las 8:08 am

    Más bien creo que es al revés – que el discurso del gobernador refleja unas ideologías perniciosas, antiguas, frecuentes.

      • Mario Núñez el sábado 28 de noviembre de 2009 a las 7:35 am
        Autor

      Rima,

      No hay duda de que estos discursos son producto de una red compleja de causas y condiciones. Mencioné lo de la «promesa de hombre» para dar un ejemplo de como el gobierno también estimula este tipo de expresiones.

    • Montse el viernes 27 de noviembre de 2009 a las 5:04 am

    Muy acertada tu exposición, las mujeres no necesitamos que nos cuiden, necesitamos que nos respeten, que nos reconozcan nuestros derechos. No necesitamos que nos protejan, necesitamos que nos dejen vivir en paz y que nos permitan desarrollarnos. El paternalisno no es otra cosa que el machismo cavernícola maquilado.

    Un saludo, Montse

    • Rima Brusi el sábado 28 de noviembre de 2009 a las 10:19 am

    claro que sí. y es cierto que éste gobierno parece ser particularmente propenso a hacer eso – apoyarse de, o repetir acríticamente, nociones que reproducen patrones de inequidad y de injusticia.

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